A cada ocasión corresponde su corbata, en armonía con el momento.
Para una entrevista de trabajo, la corbata tiene que ser sobria. Se aconsejan las corbatas oscuras y neutras para prestar elegancia al traje, pero sin demasiada fantasía.
Para ir a la oficina, la corbata de todos los días deba adaptarse al estilo de la empresa.
En todos los puestos comerciales o creativos, se aprecia el color en la corbata (colores vivos para la venta - tono violeta en la publicidad…).
El mundo de las finanzas o del derecho prefiere la elegancia y la distinción. Evidentemente, será bienvenida una corbata de seda sobria que se adopte a cualquiera situación, al igual que una corbata con el mismo tono que el de la camisa.
Para una cita de negocios la corbata vehicula la imagen de la empresa; para las citas en general, refleja su personalidad.
Para las grandes fiestas de familia como las bodas, los bautizos, las comuniones, los aniversarios de bodas, etc. La corbata podrá permitirse una pequeña fantasía, tanto en términos de colores como de motivos.
Se privilegian los colores claros.
Para las fiestas más mundanas, la corbata deberá adaptarse al estilo de los huéspedes del día. Se podrá entonces llevar la corbata blanca para prestar una gran elegancia.